Nada nuevo bajo el sol. La cotización del dólar vuelve a encender las alteras para la producción agropecuaria/industrial uruguaya. En un contexto internacional desafiante y turbulento por el desenlace de una guerra comercial —que todavía no tiene sus consecuencias (negativas) determinadas—, este jueves el dólar en Uruguay se descolgó de los $ 41 en el marcado mayorista y cerró a $ 40,87, su menor cotización nominal desde setiembre del año pasado. Así el tipo de cambio acumula una baja de 7,3% en lo que va de este año (unos $ 3 en números redondos) y comienza a dejar al descubierto los problemas de competitividad que arrastra la economía uruguaya en las últimas dos décadas.
Algunos sectores como la carne vacuna o la lechería hoy quizás pueden “disimular” parcialmente ese encarecimiento en dólares de la producción porque están recibiendo precios muy por encima de la media, pero en otros, como la agricultura, comienza a hacer mella. Por ejemplo, la soja tendrá su mejor zafra en términos de productividad de su historia, pero no podrá ser coronado con márgenes excepcionales porque la cotización internacional de la oleaginosa se pinchó (US$/t 360). Y al arroz le pasa algo similar. Tuvo un volumen récord de cosecha (1,7 millones de toneladas), pero la cotización del cereal en los mercados internacionales está hoy un 35% por debajo del año pasado. Uruguay todavía tiene por exportar 2/3 de su cosecha. Con costos caros para los molinos arroceros, el incentivo para exportar el grano con un menor nivel de procesamiento (cáscara) se vuelve más atractivo, algo que no ayuda a que el productor pueda obtener el mejor precio posible cuando se cierre la zafra con el valor definitivo para la bolsa de arroz de 50 kg.
En la carrera del dólar Uruguay no juega solo y tiene (escaso) margen de maniobra para torcer una trayectoria de debilidad que parece irreversible a corto plazo. En algunos países relevantes y competidores la moneda estadounidense también ha perdido pie. Por ejemplo, en Brasil el dólar acumula una baja de 12% en lo que va del año, en Australia (-5%), Nueva Zelanda (-8%), o incluso en la Unión Europea la moneda estadounidense se ha depreciado 11% versus el €. En cambio, en destinos relevantes como China, el yuan apenas se ha depreciado 1,4% versus el dólar este año. El dólar cayó esta semana a su nivel más bajo desde abril frente a una canasta de divisas, marcada por crecientes expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) y la incertidumbre persistente sobre las negociaciones comerciales encabezadas por el presidente Donald Trump.
A nivel doméstico, el Banco Central (BCU) dice estar decidido a dar la batalla para que las expectativas de inflación a 24 meses (hoy en 5,5%), converjan a su objetivo de 4,5%. Esa definición lleva a que las autoridades del BCU sostengan una política monetaria contractiva (altas tasas de interés en pesos), algo que tiene sus efectos (negativos) para una apreciación del tipo de cambio. Para que las expectativas de los agentes y las empresas se alineen al 4,5% que persigue el gobierno, serán clave los lineamientos salariales que presentará el Poder Ejecutivo en las próximas semanas para el sector público y privado, así como las previsiones de gasto público del próximo Presupuesto quinquenal que ingresará al Parlamento el próximo 31 de agosto.
En Uruguay, los 25 analistas y agentes que respondieron las Encuestas de Expectativas del Banco Central (BCU) de mayo proyectaron un dólar a $ 43,30 en la mediana de las respuestas para fin de año (diciembre). Eso implicaría un aumento del 6% respecto al punto de partida actual; difícil para Sagitario. Seguramente en la encuesta de junio los agentes reduzcan su pronóstico de apreciación del tipo de cambio, algo que también tendría su efecto positivo sobre las expectativas de inflación a mediano plazo. Más allá de la buena noticia que implica para el país tener hoy una inflación sobre un eje del 5%, los costos en dólares pueden transforme en una preocupación aún mayor si los precios de commodities relevantes para el país pierdan fuerza.
Con varias plantas brasileñas relativamente “cómodas” en sus ventas por negocios concertados en semanas previas para cargas hasta julio, los frigoríficos se afirmaban en sus intenciones de lograr cierres a precios superiores esta semana. Fuentes de la intermediación manejaron referencias a World Beef Report (WBR) de US$/t 5.900 CFR para el delantero en 8 cortes, mientras que desde la industria un exportador acotó que “ya se habla de negocios arriba de US$/t 6.000” y de un delantero robado sobre un eje de US$/t 4.950. Otro industrial acotó que como el ganado en Brasil estaba subiendo, optaron por “retirar” sus ofertas esta semana y esperar un poco antes de cerrar nuevas cargas.
La sensación es que habrá “pocos cambios” en el mercado de haciendas por los próximos 15 días. La industria sigue con una actitud de “demanda fuerte” por ganado, algo que se ve reflejado en las entradas cada vez más cortas, dijo a Informe Tardáguila el operador duraznense Ignacio Ramos. Añadió que de a poco “aparecen ganados de campo, que está sintiendo la entrada del invierno. La calidad ha bajado; no hay ganados superbuenos y la industria sigue con necesidad de hacienda”, aseguró el intermediario.
En la apertura de las 52° Jornadas Uruguayas de Buiatría, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Dr. Alfredo Fratti, centró su discurso en los principales desafíos sanitarios del sector agropecuario, con énfasis en el combate a la garrapata, al que calificó como “un problema país” y no solo del gobierno, los productores o los veterinarios.
El gobierno australiano revisó a la baja la contribución del sector de la terminación a corral a las emisiones de gases de efecto invernadero, tras la publicación del National Greenhouse Gas Inventory Report 2023. Según una investigación financiada por Meat & Livestock Australia (MLA) y la Asociación Australiana de Feedlots (ALFA), las emisiones de metano entérico del ganado terminado a grano fueron, en promedio, 56% menores en los últimos cinco años y 57% menos en 2021-22.
Con la participación de cientos de veterinarios nacionales y extranjeros, autoridades del gobierno, académicos y empresas del sector, se inauguraron ayer en Paysandú las 52ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, evento que reúne anualmente a la comunidad veterinaria en torno a la actualización científica y la reflexión profesional.
Con una industria que la semana pasada puso entre 8 y 10 centavos más para “sacar los ganados” que estaban prontos (o casi) para completar sus faenas de esta semana, los precios de la hacienda sostienen su firmeza. “Hoy prácticamente no hay ganados especiales para ofrecer. Da la impresión de que hay menos oferta de la que hoy necesita la industria”, dijo un intermediario a World Beef Report (WBR).
El Índice Faxcarne del Novillo Mercosur ganó 6 centavos en la última semana y llegó a US$ 3,89 por kg a la carne. El destaque semanal se lo llevó la plaza de Brasil, donde el promedio del macho para faena de los estados exportadores subió 15 centavos y quedó en US$ 3,55 por kg a la carne, retornando así a los niveles que tenía a principios de mayo. En la última semana los precios del boi gordo se fortalecieron en reales (+3%), al tiempo que también contribuyó una depreciación del dólar versus el real del 1,5% en la última semana.
La faena bovina del quinto mes de 2025 alcanzó 1,118 millones de cabezas en Argentina, 1,1% menos que en abril. Si se ajusta la cifra por los 21 días hábiles de mayo, resulta una faena diaria de unos 53.200 animales, con lo que el retroceso intermensual sube a 10,5% en comparación con las 59.500 cabezas diarias faenadas en promedio en los 19 días de abril.
Cada vez más productores y pequeñas empresas en China compran cerdos listos para el mercado a grandes criadores y los engordan algunos meses adicionales apostando a una suba de precios, pero el gobierno está tomando medidas para frenar esta práctica especulativa y estabilizar el mercado, informó Reuters.
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