Fonterra redujo su pronóstico para sus recolecciones de leche de Nueva Zelanda en la zafra 2021/22 a 1.500 millones de kilogramos de sólidos lácteos (kgMS), por debajo de su pronóstico de apertura de 1.525 millones de kgMS.
INIA brinda al usuario mediante una aplicación la información fundamentada en el reconocido Índice de Temperatura y Humedad (ITH), para dos sistemas productivos (carne y leche), en condiciones extensivas o intensivas de producción.
Este Índice, que permite caracterizar el ambiente y relacionarlo con la respuesta biológica del ganado, es el más utilizado a nivel mundial. Disponer del ITH, con siete días de anticipación, permitirá a productores y técnicos tomar las medidas necesarias para minimizar los efectos del estrés por calor y evitar pérdidas en bienestar y producción animal. A continuación, información específica para el sistema productivo lechero.
Ante la situación de emergencia agropecuaria en distintas zonas del país, el INIA realizó y divulgó una serie de materiales ya elaborados para situaciones similares, pero que mantienen su vigencia.
El Ing. Agr. (PhD) Santiago Fariña, director del Programa de Investigación en Producción de Leche de INIA, dio algunos consejos sobre cómo manejar la producción ante las altas temperaturas.
Los socios de Conaprole cerraron el último mes de 2021 con un precio promedio por litro de leche remitido a plantas de $ 15,468 (unos US$ 0,346). La cooperativa pagó ese precio con 3,69% de grasa, 3,37% de proteína y una calidad promedio de 19,15%. En diciembre, Conaprole procesó 134,5 millones de litros. La cooperativa había anunciado que para los meses de noviembre y diciembre elevaba la bonificación estacional del 10% al 20% mientras que, para los meses de enero y febrero, esa prima trepará al 25%.
Las ventas al exterior de productos lácteos de Uruguay crecieron 14% en 2021 y totalizaron US$ 735 millones, según informó Uruguay XXI. La suba obedece a un efecto precio, ya que los volúmenes colocados permanecieron estables frente a 2020. De todos modos, los volúmenes exportados de productos lácteos no habían disminuido en la pandemia, por lo que tampoco se vio un efecto rebote.
La Asociación Irlandesa de Agricultores (IFA) afirmó que el aumento de los costos está provocando un "éxodo masivo" de productores lecheros. El aumento en espiral de los precios de los insumos erosionó la rentabilidad y la sostenibilidad de los tamberos.
Setiembre 2021 vs 2020:
Alimentación: +14%
Energía: 21%
Combustible: 22%
Los fertilizantes: su costo será más del doble la próxima primavera.
A pesar de que los costos de los insumos están aumentando considerablemente, "el precio minorista de la leche se ha mantenido igual durante la última década". “Si los minoristas y los consumidores quieren un suministro constante de leche fresca de alta calidad durante todo el año, simplemente tendrán que pagar más por ella. Estamos viendo un éxodo masivo de productores del sector lácteo, ya que el precio durante el invierno ya no cubre los costos, y mucho menos deja una ganancia", alertó la IFA.
La IFA afirma que el 20% de los productores abandonaron el sector el año pasado.
Los precios agrícolas de la Oficina Central de Estadísticas (CSO) revelaron que los costos de los insumos aumentaron un 15,7% en octubre de 2021 en comparación con octubre de 2020.
Los insumos aumentaron un 3,7% desde septiembre de 2021 hasta octubre de 2021. Los datos mostraron que el costo de los fertilizantes y los combustibles aumentaron un 52% y un 36,4%, respectivamente, en los precios de octubre de 2020. El índice de precios de insumos agrícolas de octubre de 2021, que excluye el IVA, muestra que los precios de los fertilizantes aumentaron un 15,8% en un mes.
En el año hasta fines de octubre, el CSO dijo que los precios de los fertilizantes directos aumentaron un 64,5% y el costo de los fertilizantes compuestos aumentó un 49,6%. El índice de insumos también muestra que los costos de alimentación animal aumentaron un 14,4% en un año, los precios de la electricidad aumentaron un 15,4% y los costos veterinarios aumentaron un 1,2%. Fuente: OCLA en base al newsletter de Agriland por Aisling O´Brien
Javiera González es un pequeño productor lechero de la zona de Sarandí Grande y socio de la SPLF. Trabaja en un predio de 85 hectáreas y su campo está dividido por la ruta 5, lo que hace complejo todo el manejo del establecimiento. Complementa su actividad con un servicio de reservas que presta a los vecinos de la zona. Para conocer su visión sobre el sector, el tambero dialogó con La Lechera.
Pasaron las elecciones de Conaprole, ¿qué espera del nuevo Directorio que asumirá en funciones?
Algo que noté a nivel personal es que en estos últimos años —donde el precio de la leche no fue el más favorable y el resultado económico de los tambos no era el deseado— fue una ausencia del Directorio acompañando a los productores. En otras épocas de precios razonables, era habitual que el Directorio recorriera el país, haciendo reuniones, mostrando los números; venía Prolesa, Proleco y nos ofrecían todos sus productos. Durante los últimos seis o siete años yo no noté esa presencia. Me gustaría saber el porqué. También los directores, como productores, quizás sabían que las costas no estaban bien. A mí, como productor, me hubiera gustado que vinieran a mi zona a preguntarme cómo estaba y quizás podríamos haber descargado las preocupaciones de nuestros establecimientos. Ahora estamos con un repunte de precio, pero la ecuación no es buena. Porque, así como subió el precio de la leche, está imparable el precio de los fertilizantes, glifosato (…) Ya se está mencionando que los valores de estos insumos van a ser superiores para el año próximo y el precio de la leche no acompaña con el mismo ritmo. Tuvimos una reliquidación de precios de Conaprole y un ajuste de precio por cuatro meses por un tema electoral, pero no sabemos qué puede pasar desde marzo.
¿Debería la cooperativa apuntar a dar señales de precios para los socios a plazos más largos como ocurrió recientemente?
La política de fijar el precio mes a mes de la cooperativa se aplicó hasta hace dos meses atrás. Eso se cortó por un tema electoral. De todas formas, creo que se podría proyectar un precio a plazos más largo. Hoy estamos con un mercado en alza y quizás, con un mercado en baja, esto no sea tan fácil como lo vemos los productores. Como tambero uno nota que cuando el precio internacional sube, siempre hay que esperar a que se estabilice, pero una vez que llegó al techo y comenzó a bajar, inmediatamente el precio al productor cae. El productor lechero siempre está planificando por lo menos seis meses para adelante. En la recría de las vaquillonas tenemos un plazo de un año. Por eso, creo que no está bien que solo tengamos la certeza de precio de nuestra industria de apenas un mes como se aplicó en el pasado.
Los resultados de los tambos son muy heterogéneos independientemente de su tamaño. ¿Dónde habría que trabajar para mejorar la productividad promedio del sector primario?
La actividad productiva de cada uno va muchas veces en cómo las distintas cabezas de las empresas, indiferentemente de su tamaño, le den la intensidad que demanda un tambo. Es una actividad que requiere un trabajo casi que permanente de 24 horas. Todos somos diferentes. En mi caso personal no soy un productor intensivo. Tengo la facilidad de que la familia es propietaria del predio y le sumamos otro campo arrendado. Eso lleva a quizás trabaje un poco más tranquilo y no tener una carga de vacas por hectárea elevada. Ahí los números pueden variar. Gran parte de la actividad lechera del país es arrendada y eso tiene un peso importante. Al ser un productor chico tengo que tratar que el predio me dé todo lo que pueda. A veces, la intensificación te lleva a elevar el compromiso con la actividad.
¿Cómo evalúa hoy el acceso al crédito?
Hace unos años el acceso al crédito estaba muy complicado. Hoy en día, en cambio, prácticamente que el sector financiero te lo ofrece e incluso hay quizás menos interés de los productores. Creo que se pasó de una época de mucho endeudamiento, entonces, hoy muchos toman con pinzas tomar nuevos créditos para producir más.
¿Qué características tiene el tambo que usted explota?
Trabajo en una explotación de 85 hectáreas (ha) en un predio que es propiedad de mi padre. Es una zona complicada porque vivo sobre ruta 5 y esa problemática que ahora genera la doble vía que se está planificando. El 50% del predio está del otro lado de la ruta. A su vez, los campos están divididos por dos caminos vecinales, por lo que tengo el predio dividido en cuatro. Por eso es complicado tener una producción intensiva. Suelo ordeñar entre 40 y 45 vacas/masa. Es un sistema netamente pastoril con un nivel de suplemento de raciones muy bajo y trato de sacarlo de mi propio establecimiento. Logré tener un equipo de reservas de maquinaria forrajera. Con eso hago mis propias reservas y también le presto servicios a los vecinos. En el tambo tengo un empleado que se encargue del ordeñe desde hace 15 años; del resto de las tareas del establecimiento me encargó yo y la familia que también colabora, mi señora, mis tres hijos, y mis padres que viven en el predio. Mi padre, con años 88, va todas las mañanas a enjuagar el tanque de frío o anda con su azadita recorriendo las chacras cortando cardos.
¿Hace cuánto que remite a Conaprole?
Mi padre inició la matrícula en 1970 y se jubiló en 1996. Desde ahí en adelante quedé a cargo de la matrícula con 18 años. A pesar de mis 47 años, tengo casi 30 años como productor remitente.
¿Cómo ve el recambio generacional en la lechería y el fenómeno de la concentración de la producción en menos tambos?
El recambio generacional en las explotaciones lecheras familiares es todo un tema. Una vez pasados estos siete años de crisis, creo que el entusiasmo de las nuevas generaciones por tener un tambo disminuyó un montón. Es lógico; la gruisada ve que se trabaja y el resultado económico no da. A esto hay que sumarle el gran trabajo que es un tambo. Solo los tamberos sabemos el trabajo que da estar todos los días del año independientemente de cómo esté el tiempo. No es fácil. Hoy en día hay muchas ventajas para trabajar. La tecnología ha avanzado mucho, pero tiene mucho costo. El proyecto del INIA con el robot tiene un costo de US$ 100 mil. Eso es inaccesible para predios familiares a corto plazo. Por eso el recambio generacional pueda ser una limitante para la lechería en predios familiares. Quizás iremos una línea como se está dando, por lo menos en mi zona, donde los tambos chicos lamentablemente van despareciendo y son absorbidos por empresas más grandes. Si bien se genera mano de obra, no es lo mismo porque hay un productor familiar que deja de gestionar su propio destino.
La remisión de leche a plantas industriales totalizó 192,7 millones de litros en noviembre y cayó 3% respecto a igual mes del año pasado. Se trata de la primera caída mensual de importancia para la fase primaria en lo que va de 2021. En setiembre la remisión se había estancado y luego había caído 0,9% en octubre.
En el acumulado de enero a noviembre la remisión a plantas industriales totaliza 1.932 millones de litros y muestra una expansión de 1,9% respecto a 2020. En tanto, en el último año móvil a noviembre, la producción totaliza 2.113 millones de litros (+ 2,5%), informó el Inale.
Dado el registro de noviembre y el déficit de lluvias en buena parte de la cuenca lechera, es más que probable que la remisión pueda mostrar un nuevo descenso al cierre de diciembre.
El Índice de Poder de Compra de la Leche —que procesa el Instituto Nacional de la Leche (Inale) - cerró noviembre con un valor de 78 y mejoró 1% respecto a otro. El índice todavía está 22% por debajo del año base (marzo 2014 = 100). Según el Inale, el indicador mejoró el pasado mes producto de una suba del precio de la leche de 3%, que estuvo por encima del incremento de los costos de producción (+ 2%).
Si se compara con noviembre de 2020, el poder de compra de la leche avanzó 4%, ya que el precio al productor subió 21%, mientras que el índice de costos lo hizo 16%. Las categorías que registraron el mayor peso en el aumento del índice de costos fueron semillas y fertilizantes, concentrados y mano de obra asalariada.
Por otro lado, el Inale informó que el precio promedio que recibió los tamberos se ubicó en $ 15,33 por litro de leche remitido a planta en noviembre, una mejora de 2,5%. En tanto, en dólares el precio se ubicó en US $ 0,35 (+ 1,7%), mientras que el kg de sólidos promedio fue de $ 211,1 (+ 4,9%).
Desde este miércoles 29 de diciembre, unos 600 tamberos recibieron la devolución del Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable de la actividad Lechera (FFDSAL).
El primer pago trimestral asciende a US$ 1,2 millones y fue depositado en las cuentas bancarias aportadas oportunamente por los productores. Las condiciones para ser beneficiario son haber cancelado su cuenta individual (incluyendo el 5,7% de reserva mínima de riesgo sobre el capital asumido) o no haber sido beneficiario en primera instancia.
A partir de la fecha, a 613 productores lecheros les será devuelto, cada tres meses, el dinero retenido por la prestación pecuniaria del FFDSAL. El número de beneficiarios se irá incrementando conforme cancelen el total de su cuenta individual. Los productores que recibirán devoluciones pertenecen a todos los estratos de producción, de acuerdo con datos de Opypa.
Antecedentes del Fondo Lechero
En 2016 se repartieron fondos entre productores lecheros que eran remitentes a la industria, en función de su nivel de producción anterior. A los productores familiares que hubieran recibido menos del monto de US$ 8.000, se les entregó igualmente esa cifra, comprometiéndose a pagar el capital que les hubiera correspondido de acuerdo con su remisión.
La forma de pago del instrumento —en función de retenciones por litro de leche remitido a planta— y la gran heterogeneidad en el crecimiento de los productores ha generado una situación de disparidades en cuanto a la proporción de deuda amortizada hasta el momento. Así, existen productores que ya han abonado más del 100% de su deuda, mientras que otros (si siguen evolucionando de acuerdo con como lo han hecho en los últimos años) no llegarían a cancelarla al final del período. El Poder Ejecutivo elaboró un Proyecto de Ley a los efectos de generar cambios de diseño de la herramienta que permita reducir estas diferencias, que fue aprobado por el Parlamento y es el que se está implementando.
Frente a estas dificultades, el director de Opypa, Adrián Tambler, expresó que también se da el caso de aquellos productores que ingresaron al rubro luego del año 2016 y que deben contribuir en el pago, aunque no hayan sido beneficiarios. Se suman, además, factores tales como el cierre de tambos, lo cual significa que ese productor tenga que transferir la deuda a quien lo suplante o genera un incumplimiento en sus obligaciones, lo que recargaba a todos los integrantes del fondo, además de los gastos de operativa.
A partir del presente año, a través de la aprobación de la Ley 19.971, se ordena la situación fijando una “reserva mínima” en 5,7 del porcentaje del capital que firmó, que será utilizado a los efectos de cubrir el subsidio a productores familiares, así como los costos de operativa del Fondo. Quienes hayan cancelado el total de su deuda (incluyendo intereses y el porcentaje mencionado), serán beneficiados con la devolución de las retenciones.
Este miércoles 29, se realizó el primer pago a través de depósitos bancarios trimestrales. Los fondos para realizar las transferencias a los productores provienen del Fondo de Garantía para Deudas de los Productores Lecheros (FGDPL). La medida abarca aproximadamente a un tercio de los productores del país e impacta de forma directa en el margen que recibe el productor mejorándolo entre un 15% a un 40%, dependiendo del tipo de productor.
El mencionado Fondo Lechero es una figura de derecho público no estatal, presidido por el ministerio de Ganadería e integrado por delegados de los ministerios de Economía, de Industria, y de gremiales de los productores y de la industria.
En declaraciones a Presidencia, el subsecretario, Ignacio Buffa recordó que la cartera, junto al sector lácteo, han trabajado fuertemente en todas las formas de financiamiento existentes, como la modificación del Fondo de Garantía Lechero, el acceso a garantías que brinda el Banco República, las transferencias de tecnología, y los apoyos a pequeños productores de quesos que otorga el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.
Asimismo, remarcó el impulso que se ha logrado en la competitividad, por la reducción de costos en energía eléctrica, y destacó el beneficio que generaría un posible tratado de libre comercio con China para esta rama de actividad, país comprador del 25% del total de exportaciones del rubro en este año. Fuente: MGAP
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