El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Guillermo Tolosa, participó como orador en un nuevo almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM) este martes, instancia donde destacó la importancia de “acelerar el cambio de paradigma” a partir de consolidar una inflación baja que blinde el poder adquisitivo de los hogares, reduzca el costo del crédito y abra espacio para una mayor inversión.

En ese marco, Tolosa afirmó que Uruguay, así como parte de América Latina, ha encontrado la tecnología para terminar con un problema de 80 años: la inflación crónica y la inestabilidad macroeconómica. 

Durante su intervención, sostuvo que el país ha alcanzado por primera vez en dos décadas las metas de inflación trazadas por el BCU, y que este avance marca “el comienzo de una nueva realidad para la macroeconomía uruguaya”. En ese sentido, enfatizó que “es la primera vez que el Banco Central demuestra que tiene las herramientas y la capacidad para cumplir con una meta que se traza”, lo que constituye “un mojón sin precedentes en la construcción de credibilidad”.

Tolosa también repasó los factores que explican esta transformación estructural: una moneda sólida, un régimen de metas de inflación anclado, una posición externa robusta, reservas históricas y una diversificación comercial e institucional que protege al país ante choques globales.

El peso uruguayo ha sufrido menos que sus pares en el último episodio de estrés financiero, y la inflación comenzó a reaccionar menos a los vaivenes del dólar, lo que confirma el cambio de régimen monetario, explicó el presidente del BCU. 

“Un cambio estructural clave es que, cuando el dólar se fortaleció el año pasado en todo el mundo y en Uruguay, la inflación fue menos sensible que antes a lo que pasa con el dólar. Esto es un rasgo definitorio de un régimen de metas de inflación: la inflación se está anclando en las metas que fija el Banco Central y ya no baila exclusivamente a la música de lo que pasa con el tipo de cambio”, dijo Tolosa. 

Asimismo, señaló que “la tasa de interés de política monetaria funciona como un instrumento eficaz”, hecho que consideró como “un antes y un después para la credibilidad del Banco Central”. 

A futuro, Tolosa insistió en que el país está en condiciones de dar un nuevo salto sobre la base de la estabilidad de precios, que permita blindar el poder adquisitivo de los hogares: “La inflación es como la polilla que se come la ropa, pero en este caso se come nuestra capacidad de compra”, sostuvo. 

A su juicio, la inflación baja y estable genera dinámicas virtuosas que permiten reducir el costo del crédito y abrir espacio para que los uruguayos cumplan sus sueños y las empresas puedan invertir más. 

“Se suele pensar que un futuro de aún más estabilidad de precios es un futuro que no enamora, sin épica. Que a nadie le importa si la inflación es 6% o 3%. Es un error. Hay efectos umbral. Se disparan dinámicas virtuosas con cambios potencialmente pequeños”, enfatizó. 

Finalmente, apeló a una actitud colectiva para acelerar ese proceso: “Si todo lo que hacíamos proyectando una inflación de 6%, lo hacemos a una inflación de 4,5%, eso hará que tengamos que subir menos la tasa y que haya menos costo para la economía. Es hora de que caiga la ficha de la nueva realidad que tenemos; pensemos y actuemos en consecuencia. Es decisión de todos nosotros si queremos que siga siendo lento, trabado, o que el ritmo se acelere y lleguemos a festejar nuestro bicentenario inmersos en otro paradigma”, finalizó el presidente del Banco Central.

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